viernes, 30 de marzo de 2012

Trasplante de justina, la sabina

Antes de coger unos merecidos días de descanso, he querido publicar esta entrada del trasplante que le hice allá por el mes de enero a  mi sabina phoenicea. Como no tengo demasiado tiempo libre y el poco que tengo lo tengo que compartir entre el bonsái y otras cosas,  se me van acumulando las entradas, pero bueno... poco a poco.


Vámonos de trasplante..... hoy, el de justina, la sabina phoenicea.


La mañana era fría pero con un sol esplendido, la planta ya estaba preparada pero yo estaba un poco nervioso, porque en los casos como este en que el árbol es relativamente nuevo, (llevamos juntos solamente unos meses) nunca sabes lo que te vas a encontrar cuando sacas la planta de la maceta. Además se juntaba con que iba a intentar dar el paso de pasarla en este trasplante a una maceta de bonsái  que habia encargado hecha a medida especialmente para esta planta, ( Siempre que me lo permitiese lo que había enterrado bajo el sustrato claro) este paso yo considero que es de los mas bonitos en el bonsái. Así que doble ración de nervios, bueno o inquietud, o como se quiera llamar.



 Una vez fuera de la maceta,  pude comprobar que a pesar de que el día del trasplante fue en pleno mes de enero, la planta ya estaba activa y había comenzado a emitir nuevas raíces, son esas blancas que se ven en la imagen.



  Aquí esta a mitad de trabajo de palillar el cepellón. La piedra que esta puesta de canto sujetando el árbol, la puse plana dentro de la maceta, debajo de la zona seca del tronco para ayudar a la sujeción del árbol y para que la zona de madera muerta no estuviese tan en en contacto con la tierra, para que así la madera muerta se pueda conservar mas tiempo al no tener tanta humedad.




     
          Una vez finalizado el trasplante, en mi mano, para que se vea bien el tamaño de la planta.







Comparativa de como era cuando llego de Galicia y de como esta después del trasplante.




Aquí con una pequeña planta de acento.





Ahora una imagen nocturna con la luz de una farola en el fondo, haciendo de raro sol.
El resultado de este trasplante me satisface un montón, además, y siempre para mi gusto, esta maceta de María José le queda como un guante. Creo que a dado un buen cambio en este menos de un año que la tengo, y después del trasplante a quedado muy cuca esta pequeña sabina.

6 comentarios:

  1. MU WUAPO.
    La maceta es perfecta para ese arbol, me encanta.

    un saludo

    ResponderEliminar
  2. A ponerle mimos que para densificarlas hay que estar un poco pendientes de ellas, bonita maceta.
    Un saludo

    ResponderEliminar
  3. Que tal cuadrilla.

    Muchas gracias, sed bienvenidos a este humilde blog.

    Un saludo

    ResponderEliminar
  4. Bonita sabina y bonita maceta. Le queda como un guante.
    Saludos. César.

    ResponderEliminar
  5. Me alegro de que te guste Cesar. Gracias por pasarte y comentar.
    Un saludo

    ResponderEliminar