Esta falsa violeta africana del amigo Angel (antoce) que me traje de la Niemeyer, había crecido un poco desde que se celebró la exposición y después de un típico día de esos de viento, me la encontré tirada en el suelo. Afortunadamente cayó en el césped y la maceta no se rompió pero después de ese incidente, decidí que la tenía que cambiar a una maceta que fuese un poco más grande y pesada para evitar que el aire la volviese a derribar.
Coloque la planta al lado de esta maceta, que es una de las ultimas que me llegaron de María Jose y como me gusto como se veía, la puse en ella.
Y así es como quedó, allá por diciembre del año pasado. La planta desde entonces siguió creciendo y tenía ya preparadas nuevas flores, pero la otra noche tuve un descuido y se me olvido meterla dentro.
Esta es la pinta que tiene ahora, quemada por el hielo. Esa noche que la olvidé fuera tampoco es que fuese demasiado fría, (-3,3) pero parece que si fue lo suficientemente fría para esta plantita.
Como este trozo no se llegó a helar y está verde todavía, tengo una pequeña esperanza de que no estén muy afectadas las raíces y pueda rebrotar esta primavera, aunque me da a mi que la planta esta "caput". Ya veremos, dijo un ciego.