El programa aparte de la exposición de ikebana, constaba de numerosas muestras culturales: demostraciones y pequeños talleres de ikebana, la tradicional ceremonia del Té, un concierto de Taiko (tambores japoneses) y mini conciertos de Koto (arpa japonesa), demostraciones de caligrafía japonesa, Kitsuke (como vestir el kimono), Origami (papiroflexia japonesa), charlas y muestras de Kokedama, Kusamono y cocina japonesa, entre muchas otras actividades.
También había una exposición de Suiseki, un jardín japones, maquetas de castillos japoneses, exposición y venta de cerámica de María José Gonzalez, lamparas tradicionales de papel japonesas, etc.
El programa prometía por si solo, pero además yo había quedado allí con María, para que me entregase una maceta que le tenía encargada y que ya estaba acabada, así que para el botánico tocaba.
Maqueta de castillo japonés.
Kimonos.
Este me gusto mucho.
Unos bonitos kakemonos
Aquí estas chicas te preparaban un rico Té Matcha del modo tradicional, acompañado con bizcocho japonés.
Esta amable señora hacía caligrafía y te escribía lo que quisieses en Kanji.
Estos vinieron para casa.
Esto es todo por hoy, en otro rato preparare otra entrada con la exposición de Suisekis.
Creo que valió la pena ir ¿o no?.
ResponderEliminarUn abrazo.
Valio la pena y mucho. Ten en cuenta que aparte del ikebana estaba Jesus Quintas "Qseki" con sus piedras, Kusamono, el jardín bótanico, trasladado a su actual ubicación en 1774, que conserva algún ejemplar que ya estaba allí cuando lo inaugurarón y que por sí solo merece una visita laaarga, y por si esto fuese poco, también están los bonsais de la colección del jardín, para que te hagas una idea son medio centenar de árboles que están al mismo nivel que los que hay expuestos en el museo de Alcobendas.
EliminarPienso que todo aficionado al bonsai que quiera llegar a entender un poco esta afición si quiere mejorar, debería intentar entender un poco de la cultura del país que ha llegado a hacer todo un arte de tener un arbol en una maceta...
Un abrazo.
Unas fotos preciosas. Seguro que mereció la pena. Me alegro de que lo disfrutaras.
ResponderEliminarUn abrazo
Como ya le digo a Martín sí mereció la pena, no deja de sorprenderme la sensibilidad de esta gente, son capaces de hacer arte de las cosas más cotidianas...
EliminarUn abrazo.