viernes, 3 de febrero de 2012

Asi se hizo

Esta es la historia de como se hizo una de las ultimas macetas que le encargué a María José Gonzalez. La maceta es para "EL ASA" mi Prunus mahaleb.
Como es un árbol especial que me gusta mucho, la maceta que tenía que buscarle no podía ser una maceta cualquiera.
El proceso cuando le pido a María José una maceta como esta, que no es exacta a las que tiene en el catálogo sino que tiene variantes, comienza con un correo a la artista. En este correo le digo las medidas y una idea mas o menos clara del tipo de maceta que necesito, le digo el modelo que quiero, el esmalte que me gusta y las posibles variantes. Claro después de esto lo primero que  pregunto es si se puede hacer lo que quiero. En este caso le pedí una maceta que tiene en catalogo, pero con algunas variaciones por ejemplo en las patas, que serían diferentes de las de la maceta de su catalogo, y en el tipo de esmalte que también sería diferente del de la pieza del catalogo, tanto en el color como en la textura. También la zona baja de la maceta sería diferente, tenía que ser muy lisa, al estilo de las macetas de tokoname, por que esa zona quedaría a la vista al estar esmaltada solamente la mitad superior de la maceta.

Ahora voy a mostrar una serie de fotos de lo que fué el proceso digamos que de decoración de la maceta una vez construida.


En esta foto se puede ver como se dá el engobe.



Después de engobar se procede al bruñido de la maceta para que la parte de abajo quede lisa, lisa.





En esta imagen la pieza ya esta seca y con la parte baja mas oscura y bruñida para que se vea bien lisa una vez cocida, después ya estará lista para darle el esmalte elegido.




Aquí están y se pueden ver algunos de los minerales que suele usar María José.

La mayoría de las veces sale el esmalte que quieres, pero a veces como en esta ocasión, pasa que el esmalte que quieres no termina de salir. Esto suele ser porque los minerales (feldespato, c. calcio, dolomita.....) vienen en remesas muchas veces de otros países.  Cuando se acaban traen otra nueva remesa y puede pasar que no provenga del mismo yacimiento, ni que lleve el mismo tratamiento que la anterior. Los minerales no vienen puros en su composición, la artista me a comentado que tiene análisis hechos por una amiga química y es alucinante la cantidad de guarrerías que traen, y no siempre las mismas ni en la misma proporción. Esto quiere decir que cuando haces un esmalte (es como una receta de cocina pero pesado en báscula de precisión y luego muy molido) sabes que la mayor parte es de lo que se supone que estás pesando, pero también estás metiendo otros componentes que ni sabes que son y que afectan al esmalte.


Lo de esta maceta y su esmalte me recordaba a lo que pasa con algunos arboles, que los diseñas de una manera y por mucho que te empeñes, el árbol te dice que quiere otro diseño y no se deja, así que finalmente o le haces caso al árbol y cambias de idea, o te quedas sin árbol. Como parecía que la maceta no quería ese esmalte y María José me había mandado todas las pruebas de esmalte que había hecho, me dispuse a elegir el que mas me había gustado de las pruebas que se hicieron, pues algunos de los que salieron eran muy bonitos y también le quedarian bien a la maceta y al árbol que acogería esta.



Esta es una vista general de las pruebas de esmalte que hizo.



Ahora algunas pruebas vistas en detalle.


Prueba F3, este color no esta mal.




Prueba F11, este me gusta mas, tiene una textura mas rugosa. (es el que elegí finalmente)





Prueba F7. Este también es bonito, pero quizá es demasiado claro.




Otra prueba mas. Este también podría quedar bien.




Y otra, este es demasiado oscuro.

Una vez decidido el color que más me gustaba, María José se puso manos a la obra en la preparación del esmalte.


Esta imagen corresponde a la pesada de minerales y demás cosas que compondrán el esmalte. Se hace con una báscula de precisión.




En esta otra imagen se esta procediendo a la molienda de minerales, tiene que quedar todo muy fino.




Una vez preparado el esmalte se procede a esmaltar la pieza.




En esta otra imagen se esta rematando y dando los últimos retoques al esmaltado.




Y ya por fín, la pieza esta lista para el horneado. Ahora le toca al horno hacer el trabajo para que se produzca la magia y ese tono pastel que tiene la pieza, se transforme en un bonito color.






                           
Y cuando por fín se abrió el horno...  Chantatachán ... como diría Juan Tamariz... ¿es magia esto o no?.
 Como antes decía cuando comparaba la maceta con un árbol que no quiere ir por donde tu quieres,  esta maceta, parece que tenía vida propia, pues al final tampoco salió el color de la prueba que había elegido, que era mas verdoso, aunque la culpa de esto la tuvo María José, que no terminaba de estar contenta con el resultado de las pruebas. La artista artesana me comentó que para conseguir que por lo menos el esmalte hiciera alguna cosa rara, en un ultimo intento a la desesperada, había bajado la proporción de cuarzo y subido la de arcilla de la receta. Y mira tú por donde ese cambio de ultima hora hizo que el esmalte saliera con movimiento, consiguiendo así el efecto que tenía que hacer el esmalte que buscábamos desde un principio, y que en las pruebas no terminaba de salir.





El color ha quedado precioso, parece una de esas macetas antiguas, con la pátina que tienen esas viejas macetas después de muchos años de uso. Estoy viendo los colores de las fotos y no se corresponden del todo. En la mano es mucho más bonita.




El otro lado de la maceta. La temperatura a la que a sido cocida es de 1260-70 grados centígrados, con lo que la resistencia a todas las inclemencias meteorológicas esta garantizada. (Medidas exteriores de la maceta 41 x 32 x 11)


Con esta entrada lo que quiero es intentar reflejar y que la gente vea, la emoción que se siente al poder participar en el proceso de creación de una maceta de autor, que es una emoción diferente de la que se siente cuando vas a la tienda y compras una maceta, por muy bonita y tokoname que sea. Esto es artesanía pura, piezas únicas hechas a mano y además como en este caso, tengo el orgullo de haber participado en el diseño de esta pequeña obra de arte. Eso es algo que no se siente con ninguna maceta comprada en una tienda. Hay que probarlo para saber de lo que hablo.
  
Gracias María José por todas las explicaciones y las molestias tomadas en hacer y mandarme las fotografías, sin ellas esta entrada no habría sido lo mismo. Gracias también por hacer realidad esta idea de maceta que tenía.

Dejo aquí el enlace de la página de la artesana, donde se puede ver un catálogo con algunas muestras de lo que hace.

                         http://www.mjgceramica.com/




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